Idioma: Inglés y español
Acompáñenos en la Gran Vigilia Pascual bilingüe de las 20:00 horas, transmitida desde casa. Esta noche es la más esperada de la vida litúrgica de la Iglesia, ya que, con Jesús, pasa de la muerte a la vida. Más concretamente, esta noche la gran promesa de la Pascua se convierte en la promesa de todos en el cuerpo de Cristo: como Jesús pasa de la muerte a la vida, nosotros también.
La Gran Vigilia de Pascua es una liturgia de cuatro partes: el encendido de un nuevo fuego, un servicio de lecturas, el recuerdo del bautismo y la celebración de la resurrección. Aunque físicamente distanciados, seguimos reuniéndonos, rehaciendo de forma creativa las tradiciones de esta noche santísima.
Nota: Al final de la Vigilia, continuaremos la celebración juntos en el zoom. Consulta nuestro evento de Regocijo Pascual para inscribirte.
Acerca de encender el nuevo fuego
Comenzamos encendiendo un nuevo fuego, un signo de vida y luz para todo el mundo.
Prepárese reuniendo varias velas. Hacia el comienzo de esta sección, cada uno encenderá una vela y luego, cuando se cante el Exultet -la gran proclamación de la resurrección- encenderemos más y más velas en medio de nosotros.
Acerca del Servicio de Lecturas
Compartimos el arco de las promesas salvadoras de Dios, cada una de las cuales conduce de la muerte a la nueva vida: La promesa de la Creación (Génesis 1:1-2:4a), la promesa en el Mar Rojo (Éxodo 14:10-31; 15:20-21), la promesa a Jonás (Jonás 3:1-10), la promesa en el Valle de los Huesos Secos (Ezequiel 37:1-14), la promesa en el Horno de Fuego (Daniel 3:1-29).
Prepárate colocando una Biblia delante de ti u otro signo de la promesa de Dios.
Sobre el recuerdo del bautismo
Recordamos las promesas de perdón y vida nueva que se nos hicieron en el bautismo, afirmando nuestra fe y nuestra identidad como hijos amados de Dios.
Prepárate colocando un recipiente con agua delante de ti. Al recordar y afirmar el don del bautismo, nos marcamos con agua y la señal de la cruz.
Sobre la Celebración de la Resurrección
Jesús resucitado se aparece a María Magdalena mientras llora ante su tumba vacía. Ella lo reconoce al pronunciar su nombre, y se apresura a los discípulos anunciando: "He visto al Señor". Celebramos la primera misa de Pascua, en alegría y acción de gracias por la renovación y la nueva vida.
Prepárate reuniendo campanas, carillones u otros objetos con los que puedas hacer un ruido alegre. Proclamando la resurrección de Cristo, tocamos las campanas y cantamos con alegría "¡Aleluya, Cristo ha resucitado! Cristo ha resucitado, ¡aleluya!"