Idioma: Inglés
Acompáñenos en la misa de las 18:30 transmitida desde casa. Puede preparar un lugar para marcar este momento con un paño, una vela, una cruz o un icono. Prepare también un pequeño cuenco de agua como recuerdo del bautismo, el rito de la Iglesia para acoger a las personas en el cuerpo de Cristo.
En la Semana Santa viajamos con Jesús desde la entrada triunfal en Jerusalén hasta los acontecimientos de la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Es una semana que los cristianos marcan con especial reverencia, a menudo con introspección y contemplación personal.
La comunidad se reúne cada día. El lunes con una intención especial de curación. El martes con una intención especial por la confesión personal. El miércoles con una intención especial por la paz.
Sobre el Martes Santo
San Juan escribe que mientras Jesús se preparaba para su pasión, muerte y resurrección, se preocupaba de que sus discípulos se unieran en lugar de separarse. Al escudriñar en nosotros mismos y nombrar lo que nos falta de Dios, recordamos que en el bautismo somos perdonados y atraídos unos a otros. Es una forma de morir al yo y resucitar al otro. "Vida eterna", lo llama Jesús, comparando este don con su propio cuerpo:
"En verdad os digo que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda como un solo grano; pero si muere, da mucho fruto. Los que aman su vida la pierden, y los que odian su vida en este mundo la conservarán para la vida eterna. El que me sirve debe seguirme, y donde yo esté, allí estará también mi servidor. Al que me sirve, el Padre lo honrará".
-- San Juan 12:23-26